Los recuerdos del porvenir.
Elena Garro.
Los
recuerdos del porvenir es la primera novela de Elena Garro, la cual se publicó
en 1963. Es sin duda un precedente del célebre "realismo mágico" que
lanzó a las letras hispanoamericanas. Octavio Paz (su exesposo) comentó “una de
las creaciones más perfectas de la literatura hispanoamericana contemporánea”.
Los críticos la consideran un clásico de la literatura latinoamericana.
En la novela se leen los recuerdos y
memorias de un pueblo al sur de México, Ixtepec, la cual es narrada por el mismísimo
pueblo. Todos los hechos transcurren durante los años de la guerra cristera. La
novela está dividida en dos partes que se pueden definir como el infortunio y
la esperanza, debido a que los personajes trascienden en un cambio que va de la
rutina hasta la felicidad que en este caso puede llegar a ser fatídica.
En el bello Ixtepec los personajes que lo
habitan son desde pobres y ricos; viejos y jóvenes; civiles y militares; gente
decente y la gente viciosa; cuerdos y locos; viudas y solteronas; prostitutas y
religiosas; así como muchos más tipos de personas. Sin embargo, encontramos a cinco personajes
centrales: empezando por Julia Andrade, la amante del General Rosas, quien
destaca en la primera parte de la novela, también se encuentra Isabel Moncada,
el centro de la segunda parte, quien finalmente se convierte en amante del
General. Encontramos a Nicolás Moncada hermano de Isabel a quien matan en los
fusilamientos y, por último, pero no menos importante Felipe Hurtado el enigmático
extraño quien llega al pueblo en busca de la bella Julia.
Garro
construye la cultura mexicana en su forma provincial y como varia el estilo de
vida en cada uno de sus personajes. La novela va a contrapelo de la histórica Revolución
y desmitifica a la misma, así como a la guerra cristera. Ya que en su visión la
revolución ha sido traicionada y la situación no cambio la vida del lugar y sus
habitantes.
La autora se mete a las casas y nos dice la
forma y estilo de vida que tienen los habitantes de Ixtepec, así como también su
forma de pensar; en el transcurso de la novela critica al país que es
comparable con muchas cosas en la contemporaneidad del mismo. La autora retrata
a México de una forma dramática y dolorosa, mostrando la terquedad que siempre
va a ofrecer la realidad, a la cual estamos destinados si no se logra promover
cambios que tengan un fuerte impacto. Mientras que en el pueblo de Ixtepec,
todo se ve atado por la misma manera de ser de todos, su sistema político inmóvil
y todo es más de lo mismo con algunas variedades que llegan poco a poco, pero
de la misma manera se van, como si fueran solo pasajeras.
Todo el texto narra historias de amor y otras
muy trágicas, pero no de forma individual, sino de una forma colectiva que
viven todos en el pueblo. En la obra nadie se salva y todos, también los que
quedan vivos, de alguna manera mueren. Ya no son los mismos de antes. Están
condenados a vivir en la angustia y desesperación que ellos mismos han
provocado en los otros, en los que mueren de verdad. Esa es su condena.
La escritura es de un lenguaje directo y
limpio, cada frase es prosa poética y profunda. El texto fluye en un ambiente mágico.
Realmente es una novela envolvente y maravillosa, me dejo impactada y deseosa
por algunos aspectos. La única pregunta que me ha surgido al leerla es ¿Cómo se
puede recordar el porvenir si se supone que aún no sucede?